Introducción
Shane Parrish es un exagente del servicio de inteligencia canadiense y creador del popular blog Farnam Street (fs.blog), donde comparte ideas sobre pensamiento crítico, modelos mentales y toma de decisiones. Su experiencia en el mundo del espionaje y su pasión por el aprendizaje continuo le han convertido en un referente en la mejora del pensamiento estratégico y práctico.
El libro está publicado en España por Grupo Planeta en 2023, tiene 314 páginas y busca ofrecer herramientas prácticas para mejorar la claridad mental.
Parrish destaca por trasladar conceptos complejos sobre cognición y decisión a un público amplio, conectando ideas de expertos como Charlie Munger y Daniel Kahneman.
Cómo está estructurado el libro
El libro está dividido en cinco partes, cada una con varios capítulos, acompañadas de una introducción y una conclusión:
Los enemigos de pensar con claridad: Identifica obstáculos internos y externos que afectan la toma de decisiones.
Fortalecimiento: Propone estrategias para reforzar habilidades personales como autocontrol y autorresponsabilidad.
Gestionar la debilidad: Enfocado en reconocer y manejar vulnerabilidades.
Decisiones: el pensamiento claro en la práctica: Un manual para la toma de decisiones eficaces.
Aspirar a lo importante: Reflexiona sobre la importancia de los valores y objetivos de vida.
El contenido es equilibrado, pero la primera y cuarta partes contienen mayor densidad de ejemplos y aplicaciones prácticas, mientras que las reflexiones de la última sección son más filosóficas.
Qué nos puede aportar este libro
El libro ayuda a identificar y superar patrones de pensamiento reactivos que nos alejan de decisiones óptimas. Entre sus aportes destacan:
Habilidad para crear espacio entre estímulo y reacción: Parrish enseña a evitar respuestas impulsivas y a construir un pensamiento deliberado.
Mejora en la toma de decisiones: A través de modelos mentales y estrategias prácticas, se aborda cómo analizar problemas desde múltiples perspectivas.
Fortalecimiento personal: Enfoca en desarrollar habilidades clave como autorresponsabilidad, autocontrol y autoconocimiento, fundamentales para el éxito.
Aplicación universal: Los conceptos pueden ser útiles tanto en decisiones cotidianas como en contextos profesionales complejos.
Perspectiva a largo plazo: Recalca la importancia de pequeñas acciones ordinarias en la creación de un futuro extraordinario.
Este libro es ideal para personas interesadas en el desarrollo personal, líderes que busquen mejorar su toma de decisiones y cualquiera que desee simplificar su vida a través de un pensamiento más claro.
Cuáles son los mensajes más importantes
Los enemigos de pensar con claridad:
En situaciones de cierto estrés es muy común que reaccionemos ante algún evento sin pararnos a pensar. Esto puede provocar un deterioro en nuestras relaciones que es muy difícil de revertir. Para aprender a manejar correctamente estos momentos críticos hay cuatro aspectos a considerar:
Reacción emocional predeterminada: Tanto nuestra biología como alguna vulnerabilidad biológica (hambre, falta de sueño, etc) nos exponen a que reaccionemos de una determinada manera, que probablemente no sea la mejor para nuestros intereses.
Ego predeterminado: El ego nos lleva a promover nuestra imagen personal y a proteger nuestra autoestima a toda costa. Si sentimos nuestro ego amenazado instintivamente reaccionamos para preservarlo y fortalecerlo lo que nos impide tomar una decisión meditada ante algún evento.
Convención social predeterminada: Nuestro deseo de encajar a menudo se impone a nuestro deseo de obtener mejores resultados, pero en muchas ocasiones para tener resultados extraordinarios se debe ir en un camino diferente al de la mayoría.
Inercia predeterminada: Esta inercia nos anima siempre a proteger el statu quo inhabilitándonos para adaptarnos a los cambios.
Fortalecimiento:
Aunque no podemos eliminar estos condicionantes, sí se pueden reprogramar y la forma de hacerlo es lo que se desarrolla en los siguientes capítulos del libro, donde se desarrollan 4 técnicas de fortalecimiento para contrarrestar los condicionantes predeterminados.
Autorresponsabilidad: En ciertas situaciones de nervios lo más sencillo y habitual es no ser capaz de admitir nuestros propios errores, quejarnos e intentar derivar responsabilidades, lo que nos puede llevar a dar respuestas que más adelante nos supondrán obstáculos. Nadie quiere trabajar con víctimas, por lo que una estrategia de fortalecimiento es admitir nuestra responsabilidad (aunque no sea nuestra culpa) de las actividades que hacemos, solamente así podremos reaccionar y dirigirnos en la dirección adecuada:
Autoconocimiento: Aplica tanto a habilidades "duras" (importante conocer lo que sabemos y lo que no sabemos) así como a las habilidades "blandas" (¿Cómo reaccionamos cuando estamos cansados o de mal humor?")
Autocontrol: Se refiere a la capacidad que tenemos de dominar nuestras emociones. Requiere crear un espacio para la razón en lugar de sucumbir a los instintos.
Seguridad en ti mismo: Supone confiar en nuestras capacidades y en el valor que tenemos para los demás, y es necesaria para pensar de manera independiente y para incrementar nuestra fortaleza frente a la presión social, el ego, la inercia o la emoción. Esta seguridad en uno mismo es la que nos ayuda a ser resilientes y a poder realizar autocrítica para realizar los cambios necesarios si algo no va como debería ir. Es muy importante diferencia la seguridad en uno mismo con el ego, ya que este último nos impide ver nuestras deficiencias y nos resta la humildad necesaria para ser mejores.
Determina estándares: Las personas con más éxito son aquellas que tienen unos estándares elevados, no solamente para los demás sino para ellos mismos. Juntarnos con personas con elevados estándares o ponernos a otras personas que admiremos como ejemplos a seguir son dos magníficas estrategias para mejorar nuestros estándares.
3 Gestionar la debilidad:
Una parte del éxito de nuestra vida es mejorar las cosas que controlamos pero otro aspecto no menos importante es gestionar aquellas que nos cuesta más controlar, que son nuestras debilidades.
Conoce tus debilidades: Existen dos estrategias para gestionar nuestras debilidades; podemos potenciar nuestras virtudes para superar las debilidades o también podemos erigir salvaguardas o defensas que eviten que nos superen.
Salvaguardas de protección: Se describen cinco tipos de estrategias de salvaguardas:
Prevención: Referida a evitar tomar decisiones en situaciones desfavorables; si estamos en una situación de estrés por ejemplo, deberíamos esperar a tomar ninguna decisión puesto que los sistemas de deliberación no nos funcionan en ese momento.
Reglas automáticas para el éxito: En lugar de tener que tomar decisiones que gastan nuestra fuerza de voluntad es más efectivo crearnos reglar para nosotros mismos, del tipo "solamente bebo refrescos el sábado" o "no tomo decisiones en el momento a una petición por teléfono".
Crear fricción: Se trata de poner obstáculos a aquello que no debemos hacer, de manera que nos resulte más difícil tomar decisiones erróneas.
Instalar guardarraíles: Las listas de comprobaciones por ejemplo pueden asegurar que tomamos en cuenta todos los factores necesarios antes de tomar una decisión.
Cambiar la perspectiva: Un error muy común es tomar decisiones basándonos únicamente en nuestra perspectiva, para ello podemos adoptar estrategias como introducir siempre preguntas en nuestras conversaciones para conocer las perspectivas de los demás.
Cómo gestionar los errores: Una cosa que diferencia a las personas excepcionales es su manera de manejar los errores y de extraer aprendizajes de ellos para mejorar. Para manejar bien los errores tenemos que aceptar la responsabilidad, aprender del error, comprometernos a mejorar y reparar el daño lo mejor que podamos.
4 Decisiones:
Una decisión es muy diferente de una elección, ya que la decisión debe provenir de un proceso en el que se evalúan todas las opciones disponibles para concluir cuál opción es la mejor. Es fundamental controlar los condicionantes predeterminados y seguir la secuencia descrita es de gran ayuda para tomar las mejores decisiones.
Definición del problema: El primer paso consiste en entender cuál es el problema sobre el que tenemos que decidir. Un error muy común es tomar decisiones precipitadamente por lo que una salvaguarda muy útil consiste en separar la fase definición de un problema de la fase de resolución. Debemos asumir la responsabilidad de definir el problema y no dejarlo en manos de otra persona, así como tratar la causar raíz y no los síntomas.
Explora las posibles soluciones: Un principio muy útil es anticiparse a los problemas, para eso se puede aplicar el principio del mal resultado que consiste en imaginar qué cosas podrían salir mal y cómo lo superaríamos. Otra técnica muy buena es obligarse siempre a explorar al menos 3 soluciones, evitando de esta forma una dicotomía que nos puede precipitar en una solución incorrecta. Por último, si estamos pensando en dos opciones, podemos obtener un panorama mucho más amplio pensando en cómo combinar ambas que si pensamos en eliminar una.
Evalúa las opciones: Resulta clave utilizar los criterios adecuados, que deben ser claros, deben facilitar la consecución de los objetivos y deben ayudarnos a decantarnos por una opción. Hay mucha información irrelevante que debemos filtrar para no perdernos en las evaluaciones, así como conseguir información de alta fidelidad (lo más próxima a la fuente y no sesgada). También debemos conseguir información de expertos que nos ayuden a tomar la mejor decisión.
¡Hazlo!: Para entrar en acción lo primero que debemos hacer es clasificar las opciones en cuanto a su consecuencia (alta/baja) y reversibilidad (más/menos), y podemos aplicar tres principios:
1. Si el coste de deshacer la acción es bajo, tómala lo antes posible
2. Si el coste de deshacer la acción es alto, retrásala lo máximo posible
3. Deja de recopilar información y ejecuta una decisión cuando hayas parado de recabar información útil, hayas perdido una oportunidad o hayas aprendido algo que indique cuál es la opción evidente que deberías elegir
Margen de seguridad: Siempre tenemos que contemplar alternativas para cuando las cosas no salen como pensamos o como queremos. Un mecanismo que podemos incorporar en nuestros planteamientos es instalar cables de detonación (determinar de antemano que haremos cuando alcancemos una circunstancia o una cantidad), así como capacitar a nuestros equipos para que tomen las mejores decisiones sin que necesiten de nuestra intervención.
Aprende de tus decisiones: Cuando evaluemos una decisión, lo más importante es centrarnos en el proceso de esa toma de decisión, más allá del resultado. Una herramienta muy buena es permitir que nuestro proceso de toma de decisiones sea lo más visible posible y que esté expuesto al escrutinio, además de intentar escribir el razonamiento que nos lleva a tomar ciertas decisiones que posteriormente podremos revisar.
Cómo es la lectura
El estilo de Parrish es accesible pero profundo. Aunque aborda conceptos complejos, lo hace sin jerga técnica, usando ejemplos cotidianos y casos prácticos. Esto lo hace entretenido y útil para un lector promedio, sin perder rigor intelectual.
Por qué debería leer este libro
Este libro es una herramienta esencial para quienes desean mejorar sus decisiones y simplificar su vida. Recomendado para líderes, emprendedores, estudiantes y cualquier persona interesada en entender y aplicar el pensamiento claro para alcanzar sus metas. La mezcla de experiencia práctica y teoría hace de este libro una lectura transformadora.
Comments